Descripción
Las bayas de Szechuan, que ya eran reputadas en la antigua China, mezclan sabores de cítricos y picante. Cultivada en Asia, la baya de Szechuan se llama así por su región predilecta, Szechuan (o Sichuan), en China.
El arbusto de follaje enrojecido crea pequeñas bayas. Primero verdes, éstas enrojecen y luego oscurecen con la madurez. Entonces se entreabren para dejar caer las dos semillas que encierran… ¡y nos ofrecen su sabrosa envoltura!
La baya de Szechuan ya era preciada en la antigua China por su mezcla de frescor y de calor, su potencia y sus propriedades afrodisíacas; incluso se dice que perfumó los muros de las “habitaciones de pimienta” del palacio de Chang’an, con su olor cautivador. Hizo su aparición en Europa en el siglo XIII cuando Marco Polo la importó en Venecia, donde sedujo a los cocineros y perfumó todos los platos, antes de caer en el olvido culinario. Fue en el siglo XIX cuando la baya de Szechuan volvió con fuerza.
Modo de uso: Sus aromas de limón verde, junto con sus notas de flores secas y de cerezas ácidas, concordarán perfectamente con un foie gras de pato micuit, una sartenada de espárragos verdes o un “moelleux” de chocolate. Ideales con pescado, foie gras, chocolate, fresas o piña. Moler finamente al servir el plato.
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